domingo, 4 de abril de 2010



A veces callamos para evitar más dolor y en ese silencio aparecen las palabras que tanto necesitábamos.
Un silencio, una palabra sencilla o un monologo irritante.
Todo habla. Todo dice.
Pero a veces no alcanzan ni los silencios ni las palabras, hay que ir más allá pasar de la palabra al acto.
Por que el resto, el resto es puro bla bla