Podré estar en búsqueda de miles de amores. Podré conocer miles de supuestos “príncipes azules”, aunque de esos no se encuentran. Podré besar miles de sapos, y luego darme cuenta, que siguen siendo sapos. Podré escribir , anhelar, desear, y nada hará que todo sea lo mismo. Podrán decirme mil "te quiero", y no creeré ni el primero ni el último. Podrán pensar que rompen mi corazón, aunque ninguno lo logrará. Podré, podrán, pero no. No otra vez. La soltería tocó mi puerta, y al parecer, es lo que mejor me queda.